Fumando bajo el agua

Son las cuatro, lo sé porque Alfonso recien empezó a cantar.
¿Quién le pone un nombre como Alfonso a un gallo?... mejor dicho, ¿a quién se le ocurre darle nombre a un gallo?.
Debe ser por eso que Alfonso es tan puntual, siempre entona sus mejores acordes desde las cuatro de la mañana. Hasta en los dias de tormenta, como hoy, sale a cantar... como si le ardiera la garganta, como si el diablo le punzara el culo con un tridente ardiente. Imagino que debe odiar que le llamen Alfonso y cantar es su forma de decir que lo detesta, debe ser una sublime forma de venganza.

Apenas me queda un cigarrillo, diran que es temprano para fumar pero llevo toda la noche en vela gracias a ustedes, así que tecnicamente será mi último cigarrillo de la noche. Es solo un tecnicismo, ¿a quien le importa?... de hecho no deberia importarles si fumo.

Ayer miraba en una revista una de las mejores fotografías que he visto en mucho tiempo, tratandose de una publidad. Eran ocho mujeres bajo el agua, soteniendo la respiración, inmutables, congeladas en la nada y sobre ellas un hermoso paisaje, con olas y un tipo en una tabla corriendo sobre ellas.
Me preguntaba ¿que se dede sentir estar suspendido en la nada?... sin respirar.
¡Jesús!, ¿tu debes saber que se siente?... tú, tu jodida mujer y los dos retardados de tus hijos. ¿Umm?. Que pena que no puedan contarlo.
Si... es posible que lo sepan.
Estar muerto debe ser lo más cercano a estar suspendido bajo el agua sin respirar.

Sabes, no ha sido buena idea encender este cigarrillo, no con las manos embarradas de sangre... ¿cierto Jesús?.
¡Aargh!.
Aún muerto continuas jodiendome la vida, ni un puto cigarro dejaras que fume.

Te lo dije muchas veces, ¿pero hiciste caso?... no.
Nunca entendieron, o tal vez soy yo el que nunca entendí sus extrañas costumbres de gritar a todas horas, de permanecer con el televisor encendido a todo lo que dá el volumen hasta las dos de la mañana o a sus retorcidos recitales de baladas setenteras todos los domingos.
¡Por dios!, El Puma ya está muerto... ¿no?.
Pero ya está. Ya no me joderan más.
Incluso Alfonso dejará de joder pronto, ya no habrá nadie que lo alimente.
Debiste de pensar en eso Jesús... debiste hacerlo.

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Edit: esta historia no estaría completa sin esta imagen.

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