Isabel

He perdido la cuenta de los dias desde la última vez que vine a este lugar y ahora no sabría decir porque dejé de hacerlo, quizas porque empezaste a pasar más tiempo en mi apartamento, quizas porque empezaste a pasar mas tiempo haciendo "otras cosas".
No sabía que has vuelto a fumar, no sabía que tienes un gato al que llamaste Fred, que en el portal has plantado un pequeño jardín con margaritas y que has pintado tu alcoba de azul... yo pensé que detestabas el azul.

Hay suficiente comida en la nevera, no hay cuentas por pagar bajo la puerta, no parece faltar nada, ropa o zapatos, inclusive tu maleta de viaje está muy bien guardada en el armario.
En momentos como este recitarías ese extraño poema que robaste de una película, ese que habla de escalar la Torre Sears y de colocar trozos de carne de venado en los carriles vacios de una autopista abandonada. Nunca entendiste de que trataba, tampoco yo lo entendía pero parecía siempre darte las respuestas correctas.
Quisiera porder recordarlo para poder encontrarle respuestas a todo, saber en que momento dejaste de hablar o en que momento dejé yo de escuchar.

Fué gracioso cuando llamaste para decir que habías perdido el tren... pero no lo fué tanto al enterarme que no era cierto, cuando al llamar a casa de tu madre me dijeran que nunca estuviste allá.
No se que estará sucediendo, que es aquello que se columpia dentro de tu cabeza seduciendo tus ideas, drogando tus pensamientos. Se me ocurren muchas cosas pero ninguna me explica nada, ninguna que no resulte en una loca historia montada sobre el más subrealista y grotesco de los escenario.
Y yo que pensé que detestabas el azul... pensandolo bien no se mucho de tí, de lo contrario no estaría sentado aquí esperando por tí, estaría corriendo tras de tí donde fuese que quisieras ir.
No estaría sentado aquí, esperando a que suene el teléfono con este deseo que sea alguien que me diga que estás bien, con este deseo que seas tú para decirme que estás atascada en un embotellamiento y que llegaras a casa en treinta minutos, que ya no tengo que esperar más.
Ha sido un largo día el de hoy Isabel, y serán más largos los que están por venir.