la calavera de un alemán

Dos de espadas, rey de diamantes, reina de trebol... de esa forma transcurría el día Bergen, sentado tras el mostrador de su gasolinera, volteando cartas como buscando una respuesta a una pregunta que ni el mismo conocía.
En una ocasión me contó mi padre de que Bergen, al que todos llamabamos el alemán, había llegado al pueblo en el año 62 poco antes de que Kenedy propusiera el proyecto de Ley de los Derechos Civiles, convirtiendose el en uno de los miembros más activos en la lucha contra la NAACP y otras células pro-derecho de los negros. Este sutíl detalle le había hecho merecer el aprecio incondicional de una buena parte de los lugareños, quienes se consideraban fieles militantes de una lucha que estaba perdida.
No estoy seguro de que fuera alemán, de hecho, no creo que alguien tenga esa certeza. Es posible que solo le llamaran así porque "Berger" sonaba batante alemán, como "Stuttgart" o "Volkswagen".

Berger no era un tipo sociable, hablaba muy poco —lo mínimo diría yo—, solo se molestaba en dar los buenos dias, las gracias y por favor, por lo menos era amable el tipo.
Lo único comparable a su pobre elocuencia era su forma de vestir, siempre iba ataviado con pantalones de mezclilla gastados y camisas de franela a cuadros, hasta me atrevería a apostar a que esos gastados pantalones eran los únicos que colgaban en su armario.
En las tardes, pasadas las seis y despues de cerrar la gasolinera, se sentaba en una vieja silla mecedora en la terraza frontal de su casa, encendía una pipa y se dedicaba a contemplar las pocas almas que atravesaran el bulevar central.
A veces podías verlo sonreír entre el humo del tabaco, y esa sonrisa era más frecuente cuando miraba el anillo plateado que llevaba en su mano izquierda donde, por cierto, le faltaba un dedo.
Jamás conocí a alguien capaz de sumergirse tanto en sus propios pensamientos como lo hacía el alemán cuando miraba aquel anillo adornado con una calavera atravesada por dos huesos. Era como ver a un niño montado en una de esas ruedas mecánicas que llegan a pueblos como este cada dos años.

Ayer asistí al sepelio del viejo Berger, no había mucha gente, todos aquellos que fueron sus compañeros de lucha durante los sesenta ya están bastante tiesos bajo tierra.
Y por primera vez vi al alemán vestido diferente, esta vez estaba muy elegante, llevaba un traje de tres piezas y una hermosa corbata, y por supuesto en su mano izquierda su inseparable calavera. Vista con más detalle parece uno de esos anillos que usan esos adolecentes de pelo largo y que visten de negro y botas militares, pero no creo que sea una pieza tan barata.
Hasta me vi tentado por un momento en arrancarlo de su dedo, pero que hubiesen pensado de haberlo hecho... uno no debe molestar a los muertos y menos por sus pertenencia, por aquellas pocas que pueden llevarse.
Creo que el misterio del anillo morirá con el... ahora que lo recuerdo, una vez le pregunté que significaba, pero Berger prefirió no contestar... solo bajó la mirada y continuó voltendo sus cartas... Jack de corazónes, tres de diamantes, As de diamantes...

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Nota del autor: una calavera atravesada por dos huesos era una insignia utilizada por la división Totenkopf de la Schutzstaffel (SS), quienes eran la guardía personal de Adolf Hitler y quienes tambien llegaron a manejar por largo tiempo los campos de concentración y exterminio.

3 comentarios:

  • Anónimo

    Ja, si no me decías qué era la calavera, no tenía ni idea. Está muy bueno, pero me quedé con más ganas de saber sobre Berger.

    Te odio, cada vez hacés plantillas más lindas, a cual mejor que la anterior :P

    Salutes,

  • iC.

    El darle un significado a la calavera le da otro sentido a la historia, esto es intencional.
    Hay muchas cosas que no sabemos y por más que nos esfocemos nunca llegaremos a saberlas todas (me parece que es algo lejos de las posibilidades humanas) y ese es el punto de partida en este relato, el deconocimiento... desconocimiento no por pereza, sino por la ignorancia de aquellas cosas que nunca vamos a conocer.

    Este relato nace de una experiencia personal. Desde hace un par de años (cuatro o cinco) me había convertido en admirador de un artista gráfico de nombre Shepard Fairey (ahora muy famoso por el afiche que hizo para la campaña de Barak Obama) y hace un par de dias leyendo unos artículos me doy cuenta de que el tipo es un fraude. El tipo toma arte de otras personas, les hace unas leves modificaciones y les pone su marca personal encima (OBEY), quizás lo peor es que se trata de arte con un gran significado político e historico [...más aquí].
    Uno de sus tantos plagios es una calavera con un par de huesos cruzados, diseño que después fué plagiado por Wal-Mart e impreso sobre camisetas que luego fueron puestas en venta en esa gran cadena comercial, dió la casualidad que una persona logró identificar el diseño como una calavera de la SS. Wal-Mart fué fozado a retirar las camisetas de la venta y posteriormente ofreció una disculpa, aduciendo que no conocián quien la había diseñado.
    Cuando se le preguntó Fairey sobre este tema y si conocía el significado de la calavera, el respondió que no, que había estado usando un diseño de una chaqueta de motociclista como referencia.
    Así como no conoce el significado de la calavera que copió, tampoco conoce el significado del resto de las piezas que ha robado sin dar crédito a los artistas originales.

    Gracias por odiarme ^^, aún me faltan algunos detalles... pero para eso ya habrá tiempo.

  • ajo

    La calavera de las SS significaba MORIR POR ALEMANIA Y MATAR POR ALEMANIA, MORIR POR EL FÜRHER Y MATAR POR EL FÜRER, MORIR POR EL TERCER RECHIC Y MATAR POR EL TERCER REICH. Ademas las SS solo fueron la guardia personal de Hitler hasta 1934, hasta LA NOCHE DE LOS CUCHILLOS LARGOS, la muerte de los altos cargos de la SA, y despues fueron una policia militarizada.

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