El que no baila no le toca dulce [monólogo de un tonto i]

Hoy me despues de leer algo me vino a la cabeza una imagen muy clara de mi niñez. Si, todavía recuerdo cosas de mi niñez no se sorprendan.
¿Quien de ustedes no recuerda las fiestas de cumpleaños?, no se si será solo en mi país, pero aquí las fiestas de cumpleaños eran algo muy peculiar... puede ser porque nací y crecí en un estrato social bajo y por costumbre o por aparentar existía la tendencia de exagerar en todo. No importaba si al final de la quincena no se tenía plata, había que derrochar porque se cumplía una sola vez al año y con esa única razón bastaba y sobraba.

Recuerdo que te vestian con tus mejores ropas, esas que te habían comprado para navidad, te lustraban los zapatos, te peinaban pulcramente y si tenías suerte hasta te engominaban el cabello con vaselina.
Llegabas al lugar con un presente debajo del brazo envuelto por tu madre con prescisión militar en papel estampado de muñecos o colores de acuerdo a la ocasión y encima iba coronado con un lazo que hacía juego con el papel y una tarjeta donde le extendías tu felicidad al homenajeado de ese día. Depositabas el presente en una enorme caja de cartón y pasabas al patio trasero donde estaba toda la diversión.
Allí te encontrabas todo muy bien decorado con globos y girnaldas de colores. Y en el medio del patio, cual condenado recien ajusticiado, colgaba una piñata enorme que asemejaba al personaje de caricaturas de moda, esta por lo general iba rellena —hasta más no poder— de caramelos, chucherías y confeti.
En una de las esquinas o en un lateral siempre había una mesa con un dulce* enorme —tenía que serlo, para poder darle a todos los invitados— adornado con icing** blanco o de algún otro color y con un letrero de caramelo, igual de enorme, que decia «Felíz Cumpleaños Fulanito». A un lado junto al dulce encontrabas botellas de licor y gaseosas; y del otro lado pequeñas bolsas o canastas para los invitados más pequeños, rellenas de caramelos, chicles y juguetes baratos comprados en la bajada de Salsipuesdes o en el barrio chino.
De fondo sonaba la música estridente de un radio mal sintonizado con enormes parlantes, enormes como todo en la fiesta, cuyo dial se paseaba entre las mejores emisoras del país. En aquellos tiempos no existian los payasos, ni los magos, ni animadores para fiestas como ahora o por lo menos yo nunca los ví... y si no los ví es porque no existian.

Lo mejor de la fiesta era reventar la piñata. Haciamos una fila larga para esperar nuestro turno y poder descargar nuestra furia contra el personaje inmortalizado en carton y papel crepe. Era un placer casi orgásmimo (que es con lo único que lo puedo comparar) ver como caían todos los caramelos, mentas, chicles, chocolates... uuufff! eso si era bueno, tirarte en el piso y tratar recogerlos todos en un acto de mezquindad pura.
Antes de acabar con la velada había que cantar el cumpleaños, no por nada estabamos allí, y por supuesto la repartición del dulce.
Hasta aquí todo bien, pero siempre saltaba alguna tía o prima aburrida que chillaba hasta donde le daba la voz diciendo: «A el que no baila no le toca dulce». ¿Eeeeehhh?, ¿cómo es la vaina?... obviamente nunca dije eso, si me hubiese atrevido a expresarme de esa forma me hubiesen torcido la boca de un bofetón y no estaría aquí contandoles esto.
Si señores, había que bailar por el dulce... por un puto pedazo de dulce. ¿Qué pretendía la tía (o la prima en cualquier caso) con eso de que «A el que no baila no le toca dulce»?, a mi nunca me gustó bailar. Por dios!, eramos niños como se atrevian a obligarnos a hacer algo que no queriamos.
Es posible que solo fuera yo, pero me mataba la vergüenza tener que bailar —sí, vergüenza... siempre fuí tímido y todavía lo soy aunque no me crean—, así que, tenía dos opciones bailar y saborear el dulce o quedarme en una esquina con cara de 38 para que nadie me jodiera.
Y suponen bien, nunca probé el dulce o por lo menos no en la fiesta. Siempre tenía que llegar hasta mi casa para poder encajarle el diente, quizas sea por eso que le perdí el gusto a las cosas dulces... puede que no, tampoco me hagan mucho caso.

Esto no sería un buen cuento si no tuviese moraleja y en este caso sería la siguiente:
«No hay que bailar por el dulce si no quieren, porque siempre habran mil formas diferentes para poder probarlo»
Aja!, así de facil... y si llegaste hasta aquí sabrás que lo del dulce es meramente ilustrativo.

Notas del autor:
* Dulce: Pastel, bizcocho o cake
** Icing: Betún hecho a base de azucar, tambien puede contener agua, matequilla, huevos, leche y saborizantes.

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Si señores, primer post en mi nueva casa, aún por reformar pero allí vamos. Se que dije muchas cosas cuando di de baja el otro blog y hablé de un nuevo diseño y blah, blah, blah... pero perdonenme, no pude contener las ganas de escribir ^_^ (se de alguien por allí que se parará de manos y saltará en una de ellas despues de leer esto). Me quedaré unos días con este layout, mientras averiguo como es que funcionan las cosas por aquí.

No se supone que este fuese mi primer post, de hecho, ya había escrito otro texto como discurso inaugural pero por cosas del destino —de esas que uno nunca se explica— no se guardo lo que había hecho, o en otras palabras es como si no hubiese escrito nada... y cuando la tecnología falla no hay mucho que hacer.

Sin más, les doy la bienvenida a Lithium & Coke.

3 comentarios:

  • Anónimo

    Yo no se de quien hablabas pero yo me pare de manos y di saltos de todas las formas posibles...si. si de todas.

    No como siempre te digo que me gusto mucho, no como siempre por que al parecer todo va agarrando mas sabor y del bueno.

    Muchas ^_^ para ti y un gran abrazo!

    Etereal

  • YosoyineS

    Por esta célebre ocasión comentaré con éste perfil y no con el que me conocés, para que veas que cuando te digo que te fuiste al lado benévolo pero sin páginas de los blogs, es porque por algo te lo digo.

    Lo que tiene Wordpress es que tiene solucionadas varias cosas, como las estadísticas, páginas entre otras. Mientras que blogger te permite editar el HTML a diestra y siniestra, lo que lo hace sumamente divertido.

    En cuanto a las piñatas y los cumpleaños, a Dios gracias que nunca nos hicieron bailar por las sorpresitas (así se le dicen en Uruguay), y hace dos semanas tuve un cumpleaños de 15 con piñata incluída, cómo me divertí juntando caramelos y pastillitas XD

    Viendo mi perfil Ud. se dará cuenta de quién soy, sobre todo viendo mi "Página web".

    Y si no lo descubre, bueno, ya se lo diré :D

    Salutes,

  • iC.

    @etereal: si me refería a tí. Eres quien más insiste con esto de que siga escribiendo y con lo otro de las fotos... y ojo que no estoy reprochando nada ^_^.

    @yosoyines... o debería decir Anathema: supe de quien se trataba apenas mencionas que eras de Uruguay. Fijate que lo de las estadisticas lo tengo casi resuelto, lo que si extraño mucho son mis tags pero podré vivir con eso.
    Me encanta la idea de poder editar el HTML, es una gran libertad.

    Un abrazo bien grande a las dos y gracias por pasarse por aquí. Ya iré colgando algunas cosas viejas del otro blog para ir rellenando más rapido este espacio.

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