oración matutina

Gracias por este despertar, por este nuevo dia en que me das la gracia de la vida. Dame fortaleza para pasar cualquier dificultad en este dia, gracias por mi trabajo, por los alimentos que tendre la fortuna de consumir. Gracias por todas las cosas hermosas que tendras para mi adelante por que se que eres justo y bueno.
Gracias por George W. Bush, gracias por las masacres en Darfur y Somalia, gracias por Irak, Palestina y la puta Franja de Gaza, gracias por las telenovelas, gracias por el uranio enriquecido, gracias por el maíz, las papas y las vacas transgenicas, gracias por la pornografía infantil, gracias por tener siempre cerca un McDonalds que le da trabajo a mucha gente a cambio de un sueldo miserable, gracias por Guantanamo, gracias por el Tercer Mundo, así tengo siempre presente que existe un Primer Mundo aunque nadie sepa donde está el Segundo, gracias por la gripe aviaria, la encefalopatía espongiforme bovina, y el AH1N1, gracias por Wall Street, el capitalismo, el comunismo y los índices DAX, gracias por los campos de cultivos de coca y amapola en tierras expropiadas a campesinos, gracias por el petróleo, gracias por la matanza de ballenas con fines científicos, gracias por la Torres Gemelas, gracias por Calvin Klein, Giorgio Armani y Dolce Gabbana, gracias por la Coca-Cola Light, la Pepsi Light, el café descafeinado, los edulcorantes y los cigarrillos sin nicotina, gracias por las fajas abdominales, el viagra, el valium y el prozac, gracias por Don Francisco y Sabado Gigante, gracias por las mascarillas de pepino y aguacate, gracias por la silicona, el botox y las inyeccines de colageno, gracias por los psicoanalistas, gracias por David Bisbal y Operación Triunfo, gracias por Paris Hilton, Puff Daddy, Jean-Claude Van Damme, Hanna Montana, la Aguilera y la Spears.

Amén.

cuando las cosas se olvidan

Despierta pasada las cinco de la mañana, se asoma a la ventana, mira al cielo y piensa: «... hoy no lloverá», sacudiendo la cabeza de un lado a otro. Es la rutina o eso el cree, y a pesar de llevar más de dos años esperando no sabe porque lo sigue haciendo.
Hoy regresa a la cama con una pesadez inusual como quien marcha en el funeral del último pariente vivo, se recuesta un poco y entre los chirridos del viejo colchón se le escapa un suspiro lastimero por aquellas cosas que ha olvidado. Y es que desde que dejó de llover siente que no es el mismo aunque no podría asegurar si siempre ha sido así. Tal vez es esa monotonía que nace de no hacer nada la que ha hecho que se olvide hasta de el mismo.
Al menos eso es lo que siente... siente que con las lluvias se han ido todas aquellas cosas que siempre ha amado, o que cree haber amado porque de eso no le queda certeza.
Hace poco pensaba que ha olvidado como cocer miel. Recuerda la caña de azucar bañada de sol en un atardecer violaceo y naranja, recuerda sabores y texturas azucaras, pero si alguien le pidiera que hiciese un poco tendría que confesar que no recuerda como hacerla, reconocería que tiene un trapiche para moler y un fogón debajo de un ruinoso rancho, pero no recuerda si en el pasado le han servido de algo.

Esto no es lo único que ha olvidado, tambien ha olvidado donde esta el ganado que pastaba en sus tierras y los naranjos que alguna vez perfumaron su huerta, porque entre tanto árbol seco y maleza es imposible saber si alguna vez estuvieron allí. Recuerda la quebrada que corría detras de su casa, ahora hecha un surco polvoriento, recuerda sus hijos chapotenado en ella, recuerda sus nombres pero no sus caras, tambien ha olvidado a donde se han ido o cuando lo hicieron.
Germán es todo lo que es ésta tierra, y sin ella seguro el tambien ha dejado de ser.
Es una muerte lenta e indolora, y aunque cada día espere a que vuelva a llover tambien ha olvidado para que espera. Se quiebra como el suelo que pisa, se despedaza poco a poco y con cada pedazo se le va drenando un poco más la vida.
Es un espectro que vaga en una casa vieja y sin recuerdos, en medio de una tierra donde el cielo ha olvidado como hacer llover.