las más pequeñas de las cosas

Son las más pequeñas cosas las que Gonzalo ama de Sofía.
Las más pequeñas, las que nadie nota, como sus parpados medio ojerosos, o la forma como levemente tuerce el labio inferior mientras habla, o esa extraña manía de doblar y anudar las servilletas de papel o como se le pierden las palabras cuando se siente incómoda.
Cosas como su timidez crónica y el sudor en sus manos cuando charla con extraños, o como en un gesto involuntario se le ilumina el rostro cada vez que le ve, o su forma de reir cuando Gonzalo le cuenta una de sus raras historias, o su manera de mirarlo cuando el finge estar distraido o como siempre le dice «Estás muy serio» cuando necesita que la hagan reir.
Son esas pequeñas cosas, la más pequeñas de ellas, las que Gonzalo ama de Sofía.